Seleccionamos el escenario El Libro Negro, con un despliegue bastante contenido de sólo 4 losetas pensando en que podríamos ajustar la duración. Qué ilusos. El objetivo del escenario era recoger unos objetivos determinados, entrar a las cámaras secretas, y que uno de los supervivientes llegara a nivel rojo de experiencia.

Comenzamos a abrir los edificios de los objetivos, y muy pronto salió el objetivo verde, que nos permitía aceder a la zona central para recoger el Libro Negro y entrar a las criptas. Desde el principio se pudo observar que tanto el guerrero de Óscar como la monja pirada de David iban a ser los insensatos de la partida. Se lanzaban contra las hordas de zombis sin pensar, para desesperación de sus compañeros.

Cuando aún quedaba mucho por hacer, apareció la abominación (con el correspondiente amago de infarto de Adrián) y hubo que cambiar rápidamente de planes para entrar por el lado contrario al que pensábamos inicialmente.

El tiempo iba pasando y nos dividimos en dos grupos. El primero conseguía controlar a la abominación y a un cada vez más numeroso séquito que la acompañaba, gracias al mago de Laura y su hechizo Repeler y la puntería del elfo arquero de Iván. Otro grupo limpió la zona contraria, para acceder a la zona central por otra vía y recoger el Libro Negro y los artefactos de las cámaras secretas.

Sólo quedaba conseguir el objetivo de llegar a la zona roja de experiencia, pero la horda que se nos acercaba comenzaba a ser incontrolable. Entonces apareció la bilis de dragón, aunque un problema de logística hizo que antorchas y bilis de dragón estuvieran muy alejadas.

En un turno de coordinación absoluta, bilis y antorcha fueron cambiando de manos al más puro estilo olímpico, hasta que la posadera de Elena hizo una gigantesca barbacoa de carne podrida (a pesar de que el enano de Adrián estaba cocinando un rico estofado, porque no pudo aportar mucho más a la aventura), destruyendo a 20 zombis y a la abominación. Si bien no llegó en ese turno a la zona roja, ya sin la presión de la horda fue sencillo llegar en el turno siguiente, para obtener finalmente la victoria!

Una partida divertidísima y genial, donde nos pasamos la mayor parte del tiempo riendo.