Con Unlock! podemos vivir toda la experiencia de un escape room en la mesa del salón. Cada caja incluye 3 aventuras distintas llenas de puzzles y acertijos con un hilo argumental propio que se tendrá que descubrir antes de los 60 minutos que se estipula como tiempo.

La mecánica del juego es muy sencilla, y se controla mediante una app y un mazo de cartas por cada aventura todas ellas estarán numeradas. Hay cartas azules y rojas son objetos que tendremos que combinar entre sí (siempre número rojo con número azul) para sacar una nueva carta que coincida con la suma de ambos números. También cartas amarillas, que serán códigos (siempre 4 dígitos) que tendremos que deducir y aportar a la app para confirmar si son correctos o no y seguir avanzando en la trama. Cada fallo en el código o en la combinación de las cartas, nos restará algunos de nuestros preciados minutos.

Además, cada aventura suele dar un giro adicional a la mecánica o incorporar nuevos componentes lo cual evita que sean repetitivas.

Un gran juego para los amantes de las salas de escape.

Este juego destila el faroleo, el engaño y la negociación de una forma muy directa. Interacción pura y muchas risas con unas reglas muy simples y accesibles.

La mecánica de juego es sencilla, en cada ronda, uno de los jugadores será el sheriff, encargado de una suerte de aduana que da paso al gran mercado del condado de Nottingham. El resto de jugadores encarnan en esa ronda mercaderes que tratan de vender sus mercancías en dicho mercado, representadas por cartas. Cada mercancía tiene un determinado valor en monedas y se dividen en legales e ilegales, mucho más valiosas estas últimas.

Tras una primera fase de refresco de cartas de la mano, cada mercader introducirá en su bolsa un determinado número de mercancías (entre 1 y 5), la cerrará y declarará al sheriff el número y tipo de mercancías que va a llevar al mercado. La declaración siempre tendrá que ser de mercancía legal de un solo tipo pero, lógicamente, el contenido de la bolsa no tiene por qué coincidir con lo declarado. Cuando todos los mercaderes han entregado sus bolsas y declarado su contenido comienza la acción.

El sheriff podrá abrir e investigar cualquier número de bolsas de los mercaderes. No hay límite en cuanto a la posibilidad de hablar, de negociar y/o de sobornar al sheriff por parte de los mercaderes para que no abra (o abra) la bolsa de un determinado mercader. Las bolsas que el sheriff decida no abrir se entregarán a los mercaderes que abrirán la bolsa y se quedarán con la mercancía. Si el sheriff decide inspeccionar una de las bolsas, puede ocurrir que el contenido corresponda exactamente con lo declarado por el mercader, en cuyo caso el sheriff tendrá que pagar de su bolsillo una cantidad de dinero al mercader por las molestias. En caso de que no corresponda con lo declarado, el mercader tendrá que pagar una multa al sheriff por aquellas mercancías ilegales que haya intentado introducir.

Cada ronda, el papel de sheriff va pasando por cada jugador, y cuando cada jugador haya sido sheriff dos veces, la partida terminará. Se repartirán unas determinadas cantidades de dinero por mayorías de las mercancías legales y ganará el jugador que más dinero y valor en mercancías sumados consiga acumular.