En Smallworld los jugadores pugnarán por conquistar y controlar un mundo que es demasiado pequeño, utilizando diferentes razas, en combinación con poderes.

El juego comienza con los jugadores eligiendo una de las combinaciones de raza y poder que estarán disponibles al comienzo de la partida, y que se combinan de forma aleatoria. Una vez elegida la combinación, se toma el número correspondiente de fichas de ejército, que entrarán en el mundo de Small World conquistando todos los territorios posibles. Para conquistar un territorio, no se tiran dados, simplemente se usan 2 fichas de ejército, más una ficha más por cada ejército enemigo o montaña que haya en dicho territorio.

Al finalizar el turno, el jugador ganará una moneda de victoria por cada territorio que controle. Cuando vuelva el turno del jugador y ya tenga una raza elegida, tomará de nuevo sus ejércitos, dejando uno en cada territorio, y continuará con las conquistas.

Llegará un momento donde la raza habrá llegado a su límite de expansión, ese será el momento que deberá identificar el jugador para poner en declive su raza. Seguirá dando puntos mientras mantenga territorios, pero ya no podrá actuar. A cambio, cuando el jugador empiece turno sin ninguna raza activa, seleccionará otra combinación de las disponibles como raza activa y volverá a entrar al mapa utilizando los nuevos ejércitos.

Lógicamente, cada raza y cada poder tienen habilidades que modifican las reglas del juego y benefician, o incluso perjudican a las propias razas.

Al final de la partida, los jugadores cuentan sus monedas de victoria, que habrán mantenido ocultas, y el que más tenga será el ganador.

En Lords of Waterdeep encarnaremos a uno de los señores de la ciudad de Aguasprofundas, perteneciente a la mitología de Dungeons&Dragons. Bajo esta temática tan rolera, se esconde un eurogame medio de gestión de recursos, muy agradable de jugar y que escala perfectamente a cualquier número de jugadores.

La mecánica es la clásica de colocación de trabajadores, donde cada jugador coloca uno de sus agentes en un espacio destinado a realizar una acción inmediata. Las acciones permitirán obtener dinero y aventureros, que en este caso son los recursos que nos permiten completar misiones para obtener puntos de victoria y otros beneficios.

Otra de las acciones permitirá construir edificios, que abren nuevos espacios de acción para todos los jugadores, pero que reportará un beneficio al dueño cuando otro jugador lo utilice. Por último, las cartas de intriga introducen variedad y diversidad de acciones, siempre de manera sencilla.

El juego durará 8 rondas exactamente y al finalizar el jugador con más puntos de victoria será el ganador.

En King of Tokyo cada jugador representa a un gran monstruo que está atacando la ciudad de Tokyo. El juego lo ganará o bien el monstruo que llegue a 20 puntos de victoria o bien aquel que consiga ser el último en pie.

La mecánica de este juego se basa en 6 dados especiales, que se podrán tirar hasta 3 veces apartando en cada caso los resultados que interesen. Los dados permitirán conseguir puntos de victoria, atacar a otros monstruos, curarse u obtener cubos de energía. Con la energía se podrán comprar cartas, que son la verdadera salsa del juego y permiten realizar acciones muy interesantes, incluyendo revivir si el monstruo es derrotado.

Un juego sencillo, muy llamativo por su estética y componentes y accesible para cualquier tipo de público.

Isla Prohibida es un juego cooperativo, donde todos los jugadores seremos un equipo con el objetivo de obtener los cuatro tesoros perdidos de una isla que se está hundiendo

Cada jugador tendrá un rol dentro del equipo como buceador, ingeniero entre otros, teniendo cada uno de ellos una habilidad especial. Al principio de la partida, se despliega la isla y, ya de inicio, 6 losetas empezarán inundadas, robando esas mismas cartas del mazo de inundación. En nuestro turno podremos mover, asegurar una loseta inundada o reclamar uno de los tesoros, si disponemos de 4 cartas iguales con su imagen.

Después del turno de cada jugador, se irán hundiendo más losetas de la isla con cartas del mazo de inundación, y se robarán dos cartas de tesoros. Mezcladas con las cartas de tesoros, están las temidas cartas de ¡Las aguas suben!, que elevarán el número de losetas por turno que se van a inundar y, sobre todo, se recogen los descartes de las cartas de inundación y se volverán a poner encima del mazo. Esto provocará que las localizaciones vuelvan a salir y, si no han sido aseguradas, se inundarán por segunda vez y desaparecerán de la isla.

Si el equipo consigue los tesoros y escapa con ellos a través del helipuerto, habrán ganado. En cualquier otro caso, los jugadores habrán perdido.

En Saboteur, los jugadores serán enanos trabajando en una mina, pero quedarán divididos en dos equipos en secreto, los enanos que quieren llegar al oro, y los saboteadores que quieren los contrario.

El juego es muy sencillo, se ubicarán tres cartas al azar bajo una de las cuáles se encuentra el oro. A partir de una carta de inicio, los jugadores irán jugando cartas de túnel para abrir camino desde el punto de partida a una de las cartas de tesoro... o no hacerlo, según los intereses secretos de cada jugador.

También se permite romper una herramienta a un determinado jugador o jugadora, para ralentizar su avance, si sospechamos, en mayor o menor medida, que está en el equipo contrario.

Si se acaba el mazo de cartas y se ha llegado al tesoro, gana el equipo de los saboteadores. En caso contrario, ganarán los enanos mineros. Se reparten una serie de pepitas de oro a los jugadores que hayan llegado al tesoro, o a los saboteadores si han ganado.

7 Wonders es un juego de mecánica de draft (selección de cartas) y desarrollo, con un arco muy amplio de jugadores gracias a su peculiar sistema de interacción y el juego simultáneo. Cada jugador representa a cada una de las ciudades donde se construyeron las 7 grandes maravillas del mundo antiguo.

Se jugarán 3 eras, cada una con su propio mazo de cartas. Se repartirán siete cartas de las cuáles cada jugador se quedará con una, y pasará las 6 restantes al siguiente jugador.

La carta seleccionada podrá utilizarse de tres maneras. Podrá construir el edificio representado en la carta o construir una fase de la maravilla propia de la ciudad, en ambos casos siempre que disponga de los recursos adecuados para ello o bien pueda comprarlos a uno de sus vecinos (izquierda o derecha) por dos monedas. La tercera vía de uso de la carta será descartarla para obtener tres monedas.

Edificios hay de varios tipos, hay edificios marrones y grises de producción, edificios azules de puntos de victoria directos, edificios amarillos que ofrecen mejoras de comercio y otros efectos y edificios verdes, que pueden dar muchos puntos de victoria al final del juego. En la fase III entran en acción los gremios, que darán puntos por determinados elementos de juego.

También hay edificios rojos de poder militar, ya que al finalizar cada una de las eras, cada ciudad comparará la suma de su poder militar con sus vecinos, otorgando puntos al vencedor, y un punto negativo al perdedor.

Al terminar las tres eras, se contabiliza la puntuación final para determinar al ganador.