Detrás de este curioso título, se esconde un juego corto y sencillo en el que cada jugador encarnará a un mago que forma parte de un grupo. El grupo acaba de derrotar a un dragón, y ante la visión de las ingentes cantidades de vil metal que forman en tesoro que custodiaba el monstruo, los magos deciden luchar entre sí para conseguir la mayos cantidad de oro posible.

Para ello, los magos utilizarán lo que mejor saben hacer: lanzar hechizos. En cada ronda, habrá disponibles un determinado número de hechizos, para ser lanzados por los jugadores. Tras elegir qué hechizo lanzar, todos los magos a la vez determinan qué hechizo lanzan, con un gesto de la mano específico, y qué mago es el objetivo de dicho hechizo.

Los hechizos son de efectos variados, permiten robar oro, empujar a otros magos o hacer avanzar al lanzador. Al finalizar cada ronda, los hechiceros que esté más cerca del tesoro obtendrán monedas de oro, se refrescará la zona de hechizos disponibles y se empezará una nueva ronda.

El juego termina cuando, al finalizar una ronda, uno de los jugadores tiene 25 monedas o más. Aquél jugador con más monedas, será el vencedor.

Bang! es un juego de cartas diseñado hace varios años, que implementa la mecánica de roles ocultos en un trasfondo del oeste americano. Esta adaptación a juego de dados toma la esencia de Bang! y ofrece una experiencia muy similar en un tercio de tiempo de partida.

Cada jugador será un personaje (visible para todos los jugadores), que le dará una habilidad especial y determinará el número de vidas (balas) de las que dispone. Así mismo, se repartirá un rol (oculto al resto de jugadores) que determina en qué bando lucha el jugador en esa partida. Uno de ellos habrá recibido el rol de sheriff, y será el único que empiece con su rol mostrado a todos.

Los objetivos de los bandos giran alrededor del sheriff: el/los alguaciles/s forman equipo con el sheriff, lo defienden y ganan si el sheriff sobrevive al final de la partida (aunque ellos hayan muerto), los forajidos tienen el objetivo contrario, juegan en equipo y ganan todos ellos si matan al sheriff. El último rol es el más complicado de jugar, ya que el renegado gana si mata al sheriff y, con ello, es el último jugador de la partida.

La mecánica central el juego son, cómo no, los dados. El jugador en turno (empezando por el sheriff), tirará los datos, podrá tirarlos de nuevo hasta 3 veces y ejecutará las acciones que le permitan: disparar, ganar vida mediante una cerveza o disparar la temida ametralladora Gatling. Pero ojo, también hay caras de dado negativas, como son las flechas y la dinamita.

Un divertidísimo juego, muy sencillo de explicar y con un amplio rango de jugadores.

Este juego destila el faroleo, el engaño y la negociación de una forma muy directa. Interacción pura y muchas risas con unas reglas muy simples y accesibles.

La mecánica de juego es sencilla, en cada ronda, uno de los jugadores será el sheriff, encargado de una suerte de aduana que da paso al gran mercado del condado de Nottingham. El resto de jugadores encarnan en esa ronda mercaderes que tratan de vender sus mercancías en dicho mercado, representadas por cartas. Cada mercancía tiene un determinado valor en monedas y se dividen en legales e ilegales, mucho más valiosas estas últimas.

Tras una primera fase de refresco de cartas de la mano, cada mercader introducirá en su bolsa un determinado número de mercancías (entre 1 y 5), la cerrará y declarará al sheriff el número y tipo de mercancías que va a llevar al mercado. La declaración siempre tendrá que ser de mercancía legal de un solo tipo pero, lógicamente, el contenido de la bolsa no tiene por qué coincidir con lo declarado. Cuando todos los mercaderes han entregado sus bolsas y declarado su contenido comienza la acción.

El sheriff podrá abrir e investigar cualquier número de bolsas de los mercaderes. No hay límite en cuanto a la posibilidad de hablar, de negociar y/o de sobornar al sheriff por parte de los mercaderes para que no abra (o abra) la bolsa de un determinado mercader. Las bolsas que el sheriff decida no abrir se entregarán a los mercaderes que abrirán la bolsa y se quedarán con la mercancía. Si el sheriff decide inspeccionar una de las bolsas, puede ocurrir que el contenido corresponda exactamente con lo declarado por el mercader, en cuyo caso el sheriff tendrá que pagar de su bolsillo una cantidad de dinero al mercader por las molestias. En caso de que no corresponda con lo declarado, el mercader tendrá que pagar una multa al sheriff por aquellas mercancías ilegales que haya intentado introducir.

Cada ronda, el papel de sheriff va pasando por cada jugador, y cuando cada jugador haya sido sheriff dos veces, la partida terminará. Se repartirán unas determinadas cantidades de dinero por mayorías de las mercancías legales y ganará el jugador que más dinero y valor en mercancías sumados consiga acumular.

Dentro de gigantescas y pesadas cajas se esconde una familia de juegos cooperativos de zombis, ambientados en la edad media y en la actualidad. En el primer caso, nos encontramos con héroes que son magos lanzadores de hechizos, elfos arqueros o monjas sanguinarias, que luchan contra hordas de zombis ataviados con ropaje medieval. En el segundo, los héroes y zombis son más clásicos, mientras que en el equipo podremos encontrar la mítica motosierra.

Tras seleccionar y configurar uno de los escenarios que presenta el juego, nos encontraremos que la mecánica de juego es extremadamente sencilla. Cada héroe dispone de 3 acciones, que podrá utilizar para moverse, atacar a los zombis y buscar equipo, entre otras menos utilizadas. Por supuesto, cada héroe podrá ir descubriendo equipo y armas más potentes, que le permitan ser más efectivo a la hora de eliminar enemigos.

Cada escenario tiene un trasfondo algo distinto, pero básicamente el objetivo del juego es similar en todos ellos: recoger un cierto número de objetivos y/o escapar, a la vez que se eliminan a más y más zombis.

Un juego que es pura diversión, donde no hay que pensar demasiado y el azar está muy presente mediante dados y robo de cartas.

En King of Tokyo cada jugador representa a un gran monstruo que está atacando la ciudad de Tokyo. El juego lo ganará o bien el monstruo que llegue a 20 puntos de victoria o bien aquel que consiga ser el último en pie.

La mecánica de este juego se basa en 6 dados especiales, que se podrán tirar hasta 3 veces apartando en cada caso los resultados que interesen. Los dados permitirán conseguir puntos de victoria, atacar a otros monstruos, curarse u obtener cubos de energía. Con la energía se podrán comprar cartas, que son la verdadera salsa del juego y permiten realizar acciones muy interesantes, incluyendo revivir si el monstruo es derrotado.

Un juego sencillo, muy llamativo por su estética y componentes y accesible para cualquier tipo de público.

Con Unlock! podemos vivir toda la experiencia de un escape room en la mesa del salón. Cada caja incluye 3 aventuras distintas llenas de puzzles y acertijos con un hilo argumental propio que se tendrá que descubrir antes de los 60 minutos que se estipula como tiempo.

La mecánica del juego es muy sencilla, y se controla mediante una app y un mazo de cartas por cada aventura todas ellas estarán numeradas. Hay cartas azules y rojas son objetos que tendremos que combinar entre sí (siempre número rojo con número azul) para sacar una nueva carta que coincida con la suma de ambos números. También cartas amarillas, que serán códigos (siempre 4 dígitos) que tendremos que deducir y aportar a la app para confirmar si son correctos o no y seguir avanzando en la trama. Cada fallo en el código o en la combinación de las cartas, nos restará algunos de nuestros preciados minutos.

Además, cada aventura suele dar un giro adicional a la mecánica o incorporar nuevos componentes lo cual evita que sean repetitivas.

Un gran juego para los amantes de las salas de escape.

En Lords of Waterdeep encarnaremos a uno de los señores de la ciudad de Aguasprofundas, perteneciente a la mitología de Dungeons&Dragons. Bajo esta temática tan rolera, se esconde un eurogame medio de gestión de recursos, muy agradable de jugar y que escala perfectamente a cualquier número de jugadores.

La mecánica es la clásica de colocación de trabajadores, donde cada jugador coloca uno de sus agentes en un espacio destinado a realizar una acción inmediata. Las acciones permitirán obtener dinero y aventureros, que en este caso son los recursos que nos permiten completar misiones para obtener puntos de victoria y otros beneficios.

Otra de las acciones permitirá construir edificios, que abren nuevos espacios de acción para todos los jugadores, pero que reportará un beneficio al dueño cuando otro jugador lo utilice. Por último, las cartas de intriga introducen variedad y diversidad de acciones, siempre de manera sencilla.

El juego durará 8 rondas exactamente y al finalizar el jugador con más puntos de victoria será el ganador.